Como sabrás, hoy es San Isidro, la fiesta del patrono de Madrid.
Y por si no conocías su historia te la voy a describir brevemente, junto con
una poesía que me enseñó mi abuela cuando era pequeña.
Agricultor español, nació cerca de Madrid, alrededor del año
1070; murió el 15 de Mayo de 1130, en el mismo lugar. Estaba al servicio de un
tal Juan de Vargas, en una finca en los alrededores de Madrid. Cada mañana
antes de ir a trabajar, acostumbraba oír Misa en una de las iglesias en Madrid.
Un día sus compañeros de trabajo se quejaron ante su patrón, de que Isidro
siempre llegaba tarde al trabajo por las mañanas. Al investigar, cuenta la
leyenda, el patrón encontró a Isidro rezando, mientras un ángel llevaba a cabo
el arado por él. En otra ocasión, su patrón vio a un ángel arando a su lado, de
tal manera que el trabajo de Isidro era igual al de tres de sus compañeros de
trabajo. También se dice que Isidro le devolvió la vida a la hija fallecida de
su patrón y que hizo brotar una fuente de agua fresca de la tierra seca para
así calmar la sed de este. Estaba casado con María Toribia, una santa
canonizada, la cual es venerada en España como María de la Cabeza, debido al
hecho de que su cabeza es siempre llevada en procesión, especialmente en época
de sequía. Tuvieron un hijo (llamado Juan), el cual fue canonizado con el
nombre se San Illán, el cual murió joven. En una ocasión su hijo cayó en un
pozo profundo, y por las oraciones de sus padres, se dice que el agua del pozo
se alzó milagrosamente hasta el nivel del suelo, trayendo al niño consigo, vivo
y en buen estado. Cuarenta años después de la muerte de Isidro, su cuerpo fue
trasladado del cementerio a la iglesia de San Andrés. Se dice que se le
apareció a Alfonso de Castilla y le mostró el sendero escondido por el cual
sorprendió a los Moros y consiguió la victoria de Las Nevas de Tolosa, en 1212.
Cuando el Rey Felipe III de España fue curado de una enfermedad mortal al tocar
las reliquias del santo, el rey cambió el antiguo relicario por uno costoso,
hecho de plata. Fue canonizado por Gregorio XV, junto con San Ignacio,
Francisco Javier, Teresa y Felipe Neri, el 12 de Marzo de 1622. San Isidro es
ampliamente venerado como el patrón de los campesinos y los peones. Las
ciudades de Madrid, León, Zaragoza y Sevilla, también le rinden honores de
patrón. Su fiesta se celebra el 15 de Mayo.
Poesía:
San Isidro labrador
Labraba en la Quintería
Y los ángeles le custodiaban
Al alborear el día.
Por aquellos alrededores
Todos le tenían envidia
Al ver que sus intereses
Sin comparación crecían.
Fueron a casa del amo
Y le fueron a imponer
“Mire usted, pues su criado
No cumple con su deber”.
“Cuando yo le pago el sueldo
¿Qué cuenta le pido a usted?”
Se fuero para la aldea
Deprisa y avergonzados
Al ver que el amo de Isidro
No les había hecho ni caso.
Y como el amo no es tonto,
Ni quiere que se la den
A otro día por la mañana
A Isidro se marchó a ver.
Desde la orilla del río
Le devisa desde largo
Y al cruzar un arroyuelo
Como él no estaba acostumbrado
¡Vio a dos ángeles arando!
Cuando el amo llegó a Isidro
Y después de saludarlo
Le pregunta a su criado:
“dime Isidro, ¿quién te ayuda?”
“A mí no me ayuda nadie,
Perdóneme usted mi amo,
Solo Dios que me protege
Y me da salud y amparo”.
El amo de la alegría
Se fue a su casa llorando
A contarle a su señora
Que tenía un criado santo.